El día de hoy realizamos nuestro LIK Away en la Zona Arqueológica de Teotihuacan localizada en el Estado de México. A este Tour de Aprendizaje se unieron algunos estudiantes de entrenamientos Kepler vigentes y algunos docentes. En total, nuestra brigada fue de 31 integrantes.
Optamos por visitar este sitio mítico por su gran trascendencia que tuvo en la historia de este continente, y sobre todo, porque queríamos entender por qué muchas tribus y culturas posteriores a la teotihuacana, la comprendieron como “el lugar donde los humanos se transforman en dioses”.
En la zona fuimos recibidos por Alberto Arellano, quien se convertiría en nuestro guía en esta aventura que nos haría recorrer toda la zona ancestral del valle teotihuacano.
El paseo inició en el museo de las artesanías, donde pudimos entender cómo se trabaja actualmente la piedra de la obsidiana y así logramos imaginarnos cómo la lograban labrar los antiguos pobladores de Teotihuacan, cuyos artesanos se caracterizaron en su época por diseñar las esculturas más perfectas y finas de este hermoso material.
En el sitio conocimos un ejemplar del perro nativo xoloescuintle, una raza originaria y donde también probamos un poco de las bebidas tradicionales como el pulque y el tequila de maguey. Esos traguitos nos hicieron calentar motores y dirigirnos a la puerta 3 del sitio arqueológico para comenzar con nuestra aventura.
Ingresamos por el Palacio del Quetzalpapálotl, un complejo que aún alberga algunos murales en las paredes del edificio cuya entrada principal está en la avenida de los muertos (a un costado de la maravillosa Pirámide de la Luna).
Todo parece indicar, según lo que nos relató Alberto, nuestro guía certificado por la Secretaría de Turismo, que dicho palacio era el hogar de sacerdotes de altas jerarquías por su valiosa ubicación y por la calidad de arte aún conservado en el lugar.
Nos dirigimos ahora a la Plaza de la Luna la cual está rodeada por la Pirámide la Luna y otros 13 templos menores. En el centro encontramos un adoratorio de 4 escalones, lugar que luego supimos, simbolizaba el centro del universo, y por esta razón decidimos tomarnos una foto grupal en este mágico lugar.
La imagen está tomada hacia el norte, por esta razón nos quedó la pirámide lunar como fondo. Justo aquí iniciaba el recorrido de los muertos a la vida cósmica, ¡vaya que viajecito! Cierto o no, decidimos hacer tributo a esa linda historia y sacarnos unas bonitas fotos tanto de grupo como individuales (no fuera a ser que se molestaran los dioses).
Dejamos el centro del universo para continuar nuestro paso por la Calzada de los Muertos dirección sur. A nuestro paso seguíamos apreciando los restos de la ciudad sagrada, misma que decidió prohibir el acceso a los visitantes a todos sus aposentos para evitar daños irreparables, luego de ser un lugar declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987.
Caminando por la avenida identificamos el mural del puma, un símbolo de poder de los espacios míticos de esta imponente ciudad precolombina cuyo dominio data del año ¡400 antes de Cristo hasta quizá el año 600 de nuestra era!
Alberto nuestro guía nos aseguró que Teotihuacan fue sin duda alguna, uno de los nodos comerciales y políticos más influyentes de Mesoamérica por ahí del año 200 después de Cristo, auge que le permitió tener un contacto estrecho y de mucho respeto con importantes ciudades como Tikal y Monte Albán.
Seguimos caminando por la calle de la muerte hasta llegar a la imponente Pirámide del Sol, y por supuesto, fue imposible no tomarse otra fotografía grupal en esta maravilla de construcción.
Se trata de un edificio de 64 metros de altura orientado hacia el este (por donde nace el Sol), y se cree que su edificación comenzó en el siglo I de nuestra era, ¡qué lástima que ya no permitieran subirla!, nos hubiera dado mucho gusto apreciar el valle mítico desde sus alturas.
Esta pirámide es sin lugar a dudas, la más característica de la ciudad de los dioses. Muy probablemente fue vinculada al Sol por tribus nahuas mucho más modernas que también se asombraron y estudiaron esta ciudad en ruinas durante su respectivo apogeo, ¡Wow, nos imaginamos a don Moctezuma haciendo turismo como nosotros por estos sitios!
La brigada continuó con su trayecto bordeando el edificio sagrado más grande de la ciudad para encontrarnos con el Museo de la Cultura Teotihuacana.
Ahí nos tomamos un descanso porque el Sol ya había hecho de las suyas en nuestros cuerpos. A esas alturas no sabíamos si eran los efectos de los dioses por permitirnos asombrar por esa mítica ciudad, o si en realidad se trataban de los efectos de la radiación emitidos por nuestra estrella situada a millones de kilómetros.
Tomamos un receso y bebimos más del pulque para olvidar el agotamiento (mentira, bebimos agua natural).
En el museo aprendimos mucho más de la ciudad y de la enigmática cultura teotihuacana cuya identidad, sigue siendo un misterio sin resolver. Y no es porque se considere la posibilidad alienígena entre los primeros habitantes, más bien la ciencia seria mantiene un debate la identificación originaria. Mientras unos insisten en que la descendencia es de totonacos, otros indican que está en pueblos nahuas de la región, y otros por otomíes.
Hipótesis más recientes apuntan a que en realidad Teotihuacan fue la urbe más cosmopolita de Mesoamérica, y que en su florecimiento se vieron involucrados grupos de diverso origen étnico como muestran últimos descubrimientos en los barrios zapoteco, del golfo y del área maya de la ciudad.
Así que bueno, quizá Teotihuacan era una ciudad como lo es hoy Nueva York. Esta hipótesis nos gustó mucho más por nuestra cercanía a dos de nuestros valores fundamentales: la libertad y el valiosos respeto a las diversidades. ¿Será?
Antes de continuar, nos detuvimos a probar un poco de la comida regional y por supuesto, a descansar un poco del calor, la caminata y de tantos datos sobre los dioses.
Ya con el hambre un tanto saciada y por consideraciones de tiempo, tuvimos que optar por seguir con palacio de Quetzalcóatl o tomar la ruta de aventura y adentrarnos en las cuevas del valle. Hicimos team back, y tomamos la segunda alternativa.
Así que salimos de la Zona Arqueológica protegida por el INAH y tomamos el rumbo al pueblo de San Juan Teotihuacan. Antes de llegar al poblado nos desviamos hacia el parque temático Tlalocan resguardado por comunitarios del lugar quienes además de proteger una de las distintas cuevas naturales del valle, también ofrecen a los turistas exhibición del mítico juego de pelota.
Nuestro guía Alberto continuó con nosotros, y fue él quien nos introdujo a la cueva subterránea de unos 150 metros de extensión. ¡Vaya escenario que encontramos dentro!
Para alumbrarnos tuvimos que utilizar las lámparas de nuestros celulares.
A algunos integrantes de nuestra brigada nos dio miedo sabernos debajo de la tierra y estar totalmente a obscuras, pero la vitalidad del grupo nos dio fuerza para bajar y mantenernos unidos.
Tuvimos que pasar por lugares muy estrechos, pero al final ver el tragaluz nos llenó de gusto.
Ahí aprovechamos nuevamente de la cámaras de nuestro celulares para hacernos unas lindas fotos subterráneas y concluir así, con esta magnífica expedición a la tierra de los dioses de la cual aprendimos mucho.
Hasta la vista Teotihuacan, fue un placer aprender en este LIK Away con tu historia, tus deidades, tu respeto por la diversidad, y por todo el legado que le dejas a la humanidad ¡nos veremos pronto!
Gracias a nuestros anfitriones del Instituto Nacional de Antropología e Historia, a los artesanos del lugar por permitirnos probar las bebidas ancestrales y saber más sobre la obsidiana, a los locatarios que nos quitaron el hambre con las ricas quesadillas, y por supuesto, a nuestro amigable guía Alberto Arellano.
Agradecemos la presencia de nuestros Managers: Guillermo Rosas Álvarez, Alejandra Pérez Montoya, Eduardo Ruiz Cuevas, Cecilia Villegas Turcio y Eric Araujo Martínez, y claro de los profesores Gaby Hilario y Adrián Olvera.
Nos vemos en el siguiente Tour de Aprendizaje para abril en TV Azteca, una interesante empresa mexicana de la que podemos conocer muchísimo.
Liber-IK High School & Kepler Institute, Spaces for Liberty.
Prof. Guillermo Rosas Álvarez
grosas@institutokepler.com.mx
Es amplio conocedor de las estadísticas de Procesos de Admisión de distintas universidades del país, es además director fundador en Instituto Kepler, y ahora también de su institución hermana, Liber-IK Alternative High School.
Este binomio educativo es un Espacio en Libertad para la juventud mexicana.