El pasado 26 de mayo tuvimos la oportunidad de visitar la planta de BIMBO en Azcapotzalco y el Museo Nacional de la Revolución (MNR).
Como ya es costumbre en ambos sitios aprendimos bastante.
En BIMBO conocimos un poco de su historia y por supuesto de sus sorprendentes procesos de producción en más de 34 países, en el MNR nos impactó conocer la cúpula del monumento que antiguamente sería el Palacio Legislativo de México.
Comenzaremos narrando nuestra experiencia en BIMBO.
Ahí fuimos recibidos por las licenciadas del área de Recursos Humanos, Georgina Mazón y Jovana Juárez, a quienes agradecemos mucho por su hospitalidad y amabilidad.
Las licenciadas nos contaron que BIMBO surgió en 1945 en El Molino, una panificadora local del centro de la Ciudad de México. Lorenzo Servitje Sendra, egresado de la carrera de Contaduría en La UNAM, se convertiría en gerente de la expendedora de pan a los 18 años de edad luego de la muerte de su padre.
Tras mucho esfuerzo, la familia Servitje propuso empacar pan blanco en papel celofán con la finalidad de que el público pudiera resguardar el producto y por supuesto, escoger el pan de su preferencia.
El resultado sería sobresaliente porque de inmediato comenzaron a vender masivamente. El nombre de BIMBO sería escogido entre otros aspectos, porque es también la manera coloquial que tienen en ciertas regiones de Italia para referirse a los niños (diminutivo de bambino).
Una vez que aprendimos de su historia, las licenciadas nos llevaron a la planta de producción. Desgraciadamente no pudimos obtener fotografías de nuestro recorrido porque las restricciones en el interior nos lo impidieron. De hecho nos tuvimos que colocarnos una malla rigurosa en la cabeza y un cubrebocas notable para evitar contaminar la zona. Adentro pudimos ver cómo se producen las donas, mantecadas, panqués, pan blanco, medias noches y los famosos bimbollos. Observamos cómo trabajan mezcladoras, hornos, fermentadoras, separadoras y empacadoras. Un proceso de verdad maravilloso del cual aprendimos mucho.
Eso sí, una vez afuera de la planta, pudimos tomarnos unas buenas fotografías en grupo como recuerdo de esta interesante salida.
Y así dejaríamos BIMBO para acudir al Museo Nacional de la Revolución, ubicado en la Plaza de la República en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México.
Ahí entendimos con exactitud, la narrativa oficial acerca de la Revolución Mexicana. Ya saben, Don Porfirio el malo que toma el poder después de que don Benito Juárez muere en Palacio Nacional. Las verdad es que no estuvimos muy de acuerdo con la historia del mito revolucionario, pero nos la pasamos muy bien.
En Liber-IK aprendemos a cuestionar nuestro entorno, y cómo nos narran la historia, por tanto hoy no lo pudimos evitar; lo que más nos gustó fue que pudimos acceder a la cúpula del monumento, lo cual nos permitió entender mejor la dimensión del palacio que se pretendía construir aquí en la etapa porfirista, que a nuestro juicio, no fue tan mala como se le pinta.
Nuestro guía nos explicó muchos detalles de los revolucionarios, desde Francisco I. Madero, pasando por Zapata, Villa, Carranza, Calles, Obregón y más, hasta terminar con la historia de Calles, Lázaro Cárdenas y la expropiación Petrolera.
También aprendimos lo mucho que las mujeres participaron de el movimiento Revolucionario y de allí vienen los famosos sobrenombres de “adelitas” y “soldaderas”.
La verdad es que nos guste o no, la historia sucedió. Y ni hablar, vivimos en un país fundamentado en un nacionalismo revolucionario consolidado por prácticamente todos los gobiernos postcardenistas. Y en ese dilema nos encontramos. O seguimos por el camino heredado por la revolución o nos metemos de lleno al mundo globalizado. No sabemos qué ocurrirá, pero nosotros nos divertimos mucho tomando distintas fotografías en lo que sería el gran Palacio Legislativo, un recinto, que hubiera sido interesante conocer.
Al final también también nos sacamos unas bonitas fotos conmemorativas de la Revolución Mexicana y del Museo de la Revolución y su monumento.
Así llegamos al final de esta aventura.
Gracias a BIMBO y al Museo Nacional de la Revolución por permitirnos aprender fuera del aula en estos sitios verdaderamente interesantes.
Nos vemos en el siguiente LIK Away. Esta vez visitaremos la planta de Alpura y el Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán, Estado de México.
Hasta la próxima Snakes Coatls.
Prof. Guillermo Rosas Álvarez
grosas@institutokepler.com.mx
Es amplio conocedor de las estadísticas de Procesos de Admisión de distintas universidades del país, es además director fundador en Instituto Kepler, y ahora también de su institución hermana, Liber-IK Alternative High School.
Este binomio educativo es un Espacio en Libertad para la juventud mexicana.